miércoles, 27 de octubre de 2010

Mix

Limpio un poco las telarañas y me arranco con un mix de divagaciones varias con o sin sentido.

Ya no tengo ninguna foto con un Ministro, porque Moratinos ha dejado de serlo, y eso que me cayó bien el tipo, muy cercano.

Ya he felicitado el cumpleaños a seis personas en Octubre y todavía me faltan dos. En Noviembre y Diciembre también tengo un montón de cumpleaños. Cómo se nota que en Enero-Febrero hace frío. Aprovecho este párrafo para felicitar a mi madre, que ha cumplido años hoy: ¡¡felicidades!!.

Nieve absorbe más de mi tiempo de lo que pensaba. Es hiperactivo y bruto. Ya se ha lesionado dos veces por jugar a lo bestia y crecer tan deprisa. En dos semanas ha duplicado peso y tamaño, de 4 a 8 kilos.

Hace un par de Domingos, presenté a Nieve a las hijas de 2 añitos de unas amigas. Unos días más tarde, la madre de una de ellas le preguntó a la suya:

- ¿Te acuerdes del perrito de Vero?

- Sí, es negro.

- ¿Y cómo se llama?

- Blancanieves.

De todos los “otros nombres” que le pone la gente, es el que más gracia me ha hecho. Ya lo he llamado Blancanieves alguna vez, y Boris también, otros lo llaman Nube, Niebla, Nieves etc.

Bostezo entre párrafo y párrafo.

El frío se ha instalado en la nave. Esto no tiene término medio, en verano estamos a 40º y en invierno a 7º. Hace un par de años me compré unas botas de nieve y voy a trabajar con ellas. Procuro irme directamente a casa cuando salgo para que no me vean con semejantes zapatones. También llevo calcetines térmicos y guantes sin dedos. Y eso que en la oficina hay calefacción...pero no se caldea ni a la de tres.

¡Qué bien que se acerque un mini puente!. Lo necesito. Ahora madrugo más y a la hora de comer no descanso nada. ¡¡Estoy agotada!!. Creo que me pasaré los tres días durmiendo.

¡¡Hasta el siguiente hueco!!

sábado, 16 de octubre de 2010

Aquellos maravillosos años

Últimamente no tengo tiempo de escribir nada en el blog, pero sigo leyendo los que más me gustan, aunque sea a ratos. A veces, incluso dejar un comentario me ha llevado más de una hora. El culpable es el cachorro. Aprovecho el poco tiempo que puedo estar con él para intentar educarlo.

La semana pasada descubrí que mi hermano se había inspirado en mí y en mi hermana para hacer una de sus tiras cómicas:

08 baja

Original en su blog.

Me hizo mucha gracia porque sé que esas cosas le pasan, pero ya que nos ha utilizado de “modelo” quiero comentar unas cositas:

1º Mi hermana y yo nos llevamos cinco años, así que, muy cazurra tendría que haber sido yo para acabar en su mismo curso.

2º Yo jamás habría osado preguntar algo así en clase. Más bien, no preguntaba nada. Era de las calladas, introvertida y buena estudiante, aunque en aquélla época éramos así la mayoría, los dos o tres alborotadores no pasaban de 2º de B.U.P..

3º El profesor más enrollado que teníamos en el instituto era, a su vez, el más cabrón en los exámenes. Recuerdo que cuando pasaba lista siempre tenía que hacerse el gracioso conmigo, o bien me cantaba la canción “Penélope” adaptándola a “Verónica”, o bien me salía con la frase de “¿la que tiene mucho “Morro” está?”. Durante dos años consiguió que me pusiera roja TODOS LOS DÍAS, y sin embargo, lo recuerdo con cariño. Hablo bastante con él cuando me lo encuentro por ahí.

4º ¿Llevaba yo una camiseta negra de Dover?. He tenido que rebuscar en el archivo fotográfico de la familia y sí, por aquél entonces llevaba esas pintas. ¡Qué horror!.

5º ¿Me gustaría volver a aquéllos tiempos?. A veces sí y a veces no.

Y hasta aquí me deja escribir Nieve, acaba de despertarse de la siesta y ya reclama mi paciencia atención.

Podéis ver más tiras en el blog La Patrulla X siempre gana. Yo de momento me quedo con la 10 y la 12, por ser las más frikis.

martes, 5 de octubre de 2010

Cuestión de espacio

Hoy he descubierto que sobrevaloraba el espacio de mi coche, un Peugeot 207 (ya sabía que era pequeño, pero ¿tanto?).

Hace tiempo, mi padre me encargó que le comprase esta carretilla en la empresa en la que trabajo. No podía pasar de hoy.

carretilla

- Pero llévate mi coche que es más grande.

- ¡¡Si en el mío cabe de sobra!!.

- ¿Estás segura?

- ¡Pues claro!.

Estaba tan convencida de que no iba a tener ningún problema, que me he esperado hasta la hora de irme a comer para cargarla en el coche, rechazando la ayuda que me ofrecían mis compañeros. ¡Qué orgullosa salía con mi carretilla!. ¿Para qué los iba a necesitar con mi súper coche y mis súper músculos?.

He abierto el maletero, quitado la bandeja y plegado los asientos, pero no entraba de ninguna de las maneras. Además, pesaba mucho más de lo que aparentaba. ¡Qué cara de gilipollas se me ha quedado!.

Cuando, retractándome, he decidido aceptar la ayuda que me habían prestado, ya estaba todo cerrado y no quedaba nadie. Además, como los vecinos-síndrome-Diógenes han presenciado toda la escena, me tenía que llevar la carretilla sí o sí. Por suerte mis padres estaban en casa y han acudido al rescate. Durante un momento me he imaginado a mí misma yéndome a comer al bar más cercano cargada con la carretilla. Sólo me habrían faltado los espárragos, porque el sombrero también lo tenía.

esparragos