domingo, 11 de enero de 2015

Novias saltarinas

Mi paseo montañero de hoy me ha llevado hasta una pequeña población castellonense llamada Cirat y su famoso "Salto de la Novia". Pero resulta que, a unos 50km de allí, en otro pueblo castellonense llamado Navajas hay otro "Salto de la Novia". Como además de senderista soy cotilla curiosa, he investigado las dos leyendas y he averiguado que sólo tienen en común a las desdichadas novias.

Salto de la Novia de Cirat:




Tenemos que remontarnos a 1846 y al inicio de la Segunda Guerra Carlista, llamada "Guerra dels Matiners (madrugadores)". Una vez más -y por desgracia no lo última- la Sierra Espadán se convirtió en una autopista de tropas de ambos bandos. Esta historia es básicamente un "chico conoce a chica" de la época. Los protagonistas fueron José, un soldado morellano y Mariana una hermosa joven de Pavías. Fue uno de esos flechazos de soldado extraviado y amanecer en un pajar. Tras prometerse amor eterno acordaron buscarse una vez finalizada la guerra. Pero las guerras de los demás tienen la peculiaridad de que no siempre acaban cuando a uno le interesa. Esta se alargó lo suficiente para que la familia de Mariana le concertara un matrimonio con un apuesto y acaudalado joven de Cirat. El día de la boda, la desdichada novia se dirigía en cortejo nupcial hacia Cirat, subida en un macho y pensando en José, con tan mala suerte que se toparon de cara con unas tropas carlistas entre las que se encontraba su amado José. Bastó un segundo para que se reconocieran, pero entonces hubo un tiroteo y José cayó abatido. Con el revuelo, el macho que portaba a Mariana se encabritó y corrió desbocado con ella encima hacia un barranco con un salto de agua, hasta entonces llamado "Cola de Caballo". En la inevitable caída, el velo de la novia se enganchó en una rama que hizo que ésta se deslizara hacia su muerte por el popular salto de agua, que pasó a llamarse Salto de la Novia.

¿Os ha gustado?. Pues esperad que viene la otra.

Salto de la Novia de Navajas:





Esta vez no puedo concretar más que "hace cientos de años". Ya se sabe, eran otros tiempos, otras costumbres, puede incluso que Navajas ni siquiera se llamara Navajas. El caso es que en el pueblo que ahora conocemos por Navajas  había un ritual peculiar de obligado cumplimiento el día antes de una boda: los novios tenían que superar una prueba, bueno, más bien LA NOVIA tenía que superar una prueba. Acompañados por los familiares de ambos, tenían que dirigirse a un tramo del Río Palancia en el que éste se estrechaba en una garganta. La prueba -que, insisto, sólo debía realizar la novia- consistía en saltar sin caer al agua de un lado al otro del río. De ese modo, con el novio y sus familiares como testigos, demostraba su amor incondicional hacia él. El éxito de tal proeza era el preludio de un matrimonio feliz y fértil. Si por el contrario no lo conseguía, se rompía el compromiso y la novia y su familia eran repudiados. Era "El Salto de la Novia".



Los anónimos "chico conoce a chica" de esta historia fijaron felices la fecha de la boda, como tantos otros, pero tuvieron mala suerte y unas lluvias torrenciales previas hicieron que aumentara el nivel y la bravura del río. Sin embargo, la novia no se acobardó y cumplió con el ritual. Ante la atónita mirada del novio, el río se la engulló y ante la atónita mirada de familiares y curiosos, el novio fue detrás. Los cuerpos aparecieron horas más tarde río abajo, flotando y en un fuerte abrazo de amor eterno. Ese fue el último Salto de la Novia.


www.somonline.es



Documentación:
Fotos de Navajas: www.navajas.es y www.somonline.es
Leyenda Cirat: Blog Caminando por Cirat
Leyenda Navajas: Blog El Camino de Marian