miércoles, 28 de octubre de 2009

La elegancia del erizo

No me explico cómo ha tenido tanto éxito. O será que no estoy acostumbrada a leer textos tan filosóficos.

Reconozco que la idea es original: dos superdotadas de generaciones distintas que no quieren llamar la atención y mantienen su inteligencia en secreto. Una es una portera de 54 años y la otra una niña de 12 con tendencias suicidas. El camino de las dos se cruza gracias a un nuevo personaje que les cambia la vida a las dos, gracias a él salen de su “escondite”. Pero esta historia, de la que se podría haber sacado más partido, es el veinticinco por cien del libro, el otro setenta y cinco son divagaciones sobre la vida y comeduras de coco de ese estilo. En muchos capítulos me ha costado seguir el hilo y en algún que otro momento casi me duermo.

Nunca se me ha dado bien la filosofía. En el instituto ya tuve problemas para conseguir aprobar con una nota raspadita. Por eso no se nada de Marx, Kant, Edmund Husserl ni tampoco se qué es el fenomenalismo.

Lo que no sabía es que se estaba rodando la película, no se cómo la orientarán, creo que se centrarán solo en la historia porque si empiezan también a filosofar no creo que la aguante nadie.

(No seguir leyendo si se tiene intención de leer el libro)

Y ya solo me queda comentar el final: no me ha gustado nada. Pero es porque no me gustan lo finales trágicos. Y este lo tiene. En las últimas páginas se me han saltado las lágrimas. Tanto esperar y tanto sufrimiento en la vida ¿para qué? Para que cuando por fin te sonríe un poco, acabes como una de las protagonistas...

Verónica

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