Esta vez no era muy tarde. El Madrid acababa de empezar a jugar su partido de semifinales de Champions. Yo estaba cenando ajena a todo, concentrada en mis cosas y de pronto Dama empezó a ladrar a lo lejos. No le di importancia porque es un perro y los perros ladran de vez en cuando. El ladrido iba acercándose e intensificándose, de modo que tuve que dejar la cena a medias y salir a ver qué pasaba. Estaba justo en la puerta de casa, completamente erizada y ladrándole a algo que había debajo de la mesa del porche. ¿Qué será esta vez?, pensé, y de mala gana me agaché a mirar. La balaustrada evitó que me cayera de culo. Había una de estas bien grande reptando por ahí:
Lo poco que sé de serpientes es que los colores no indican nada bueno.
Me puse a gritar: ¡socorro!, ¡socorro!, ¡ayuda por favor!. Salieron mis padres y les expliqué como pude “el asunto”. Con la escusa de llamar a la policía o a la Guardia Civil me atrincheré en casa y los dejé fuera, ordenándoles desde la ventana que no la perdieran de vista. Soy valiente ¿verdad?.
Fue imposible contactar con la policía (recordemos que estaba jugando el Madrid), y tras unos cuantos tonos logré contactar con la Guardia Civil. Mientras le explicaba el caso escuché gritos, ladridos, golpes etc… Según parece Dama cogió la serpiente y la zarandeó, dejándola moribunda. Seguí hablando con el Guardia Civil de turno:
- Oiga, sí, la ha cogido la perra y creo que la ha dejado medio muerta.
- ¿Medio muerta?. Pues señora, lo mejor que puede hacer es rematarla y tirarla a la basura.
- Pero… es que… ¿y de dónde ha salido?. ¿Y si es venenosa?. No sé si ha mordido a la perra.
- ¿Ha mordido a la perra?
- No lo sé.
- Pues si no la ha mordido mátela del todo y a la basura.
Y eso hicimos:
(Sí, esta es la que estaba reptando como Pedro por su casa)
No mordió a nadie, pero el susto me lo llevé cuando al buscar por internet creí que era un “coralillo”, especie autóctona de México y de veneno mortal. ¡Por suerte no lo era!.
Analizando los anillos creo (tampoco lo sé seguro) que era un “falso coralillo”, otra especie mejicana pero inofensiva.
(más información aquí)
Reflexión:
¿Qué hacía una serpiente exótica autóctona de México paseándose por mi casa?. ¿Estamos locos o qué?. ¿Cómo es posible que haya gente capaz de tener estos animales en casa?. ¿Se le escapó?. ¿La soltó porque es caro mantenerlas (comen roedores vivos)?. Sea cual sea el motivo me parece injusto el final que ha tenido el animal. Convertido en el capricho de alguien a cientos de kilómetros de su entorno natural. Y por lo que he averiguado en Burriana hay más gente que tiene una, incluso hay algún “coralillo” venenoso. No lo entiendo. ¿No es ilegal?. Pues debería serlo. Es un peligro para todos que la gente tenga este tipo de “mascotas” en sus casas. Me dijo la chica de la tienda de animales que es la más grande que ha visto. Normalmente las traen muy pequeñitas y rara vez alcanzan ese tamaño, suelen morir antes porque necesitan estar en su entorno.
Y mi llamada de auxilio… no esperaba que movilizaran a todo el dispositivo de emergencias pero sí un poco más de interés. Que hubieran iniciado una investigación o algo así o por lo menos venir a ver la serpiente. No creo que sea una cosa normal que le ocurra a todo el mundo.
Después de haber rescatado en mi casa dos tortugas, un hurón, un loro Yaco de Cola Roja, culebras y erizos, espero no tener que contaros una tercera parte de “Alimañas nocturnas”. Otra cosa que me dijo la chica de la tienda y que me dejó muy preocupada, es que, de lo que ella sabe que tiene gente de Burriana, sólo falta que nos aparezca en casa alguna tarántula.
Y para acabar el post con algo más alegre os dejo un video de Dama con una de sus alimañas de juguete.
¡Hasta la próxima historia!