Papadas
A mi perra le está saliendo una papada impresionante y como no sé si es muy normal ayer me dispuse a investigar con el buscador de imágenes de google. Pretendía escribir “papada de labrador” pero cuando tecleé la palabra “papada”, google me sugirió como primera opción “papada triste de panceta”. ¿¿¿¿Qué??????. Me olvidé de la papada de mi perra y elegí esa opción. ¿Qué es lo que apareció en mi pantalla?. Podéis probarlo, pero si no os apetece os lo cuento yo, salía una foto poco favorecedora de Leire Pajín. ¡¡Qué cruel llega a ser la gente por la red!!. Puede caerme mejor o peor, o parecerme o no competente, pero no traspasaría la frontera de faltar al respeto (aunque he de confesar que me reí un poco). Ahora tengo todavía más claro, que jamás quiero ser un personaje público.
Comuniones
El sábado al mediodía estuve de invitada en una “Primera Comunión”. Acudí directamente al banquete porque era en el restaurante de mis padres. Pero no es ésa la que os quiero contar, sino la que se celebró en el salón de banquetes que tenemos enfrente.
Antes que nada, quiero dejar claro que cada uno con su dinero hace lo que le da la gana, ya lo sé, pero ¿no estaremos llegando demasiado lejos?.
Empezaron a acudir los invitados. Muchos, por cierto.
Llegó una limusina, salió el chófer y abrió la puerta. Por un momento pensé que sería una boda. Pero no, del coche bajó una niña vestida, como todas, de princesita inmaculada.
Tracas.
Amenizando la comida cantaba una tuna completa.
Con los niños había monitores, castillos hinchables y payasos.
En el café actuó el mago Yunke (estuvo comiendo en el restaurante de mis padres).
Y para acabar, una orquesta con cuatro o cinco músicos y barra libre.
Pasadas las once de la noche todavía seguía la fiesta.
Todo eso es lo que pudimos ver desde fuera, dentro tampoco quedarían mal.
¡¡Y yo que pensaba que en comuniones lo había visto todo!!
En mi opinión eso ya es pasarse de la ralla**. ¿Qué significa realmente tomar la Primera Comunión o qué creerán los niños qué es?. ¿De verdad es algo como para hacer semejantes fiestas, bebiendo y comiendo hasta reventar?. ¿No debería ser algo más ceremonial, espiritual, íntimo?. Me atrevería a decir que el 98% de los niños no vuelve a pisar una iglesia hasta otra ceremonia de este tipo, y los padres tampoco. Se supone que es un día importante a los ocho o nueve años pero me da la sensación que hoy en día el significado religioso pasa a un segundo o tercer plano, colocando antes la macro-fiesta, el “a ver quien puede más” o el viaje a Euro Disney. ¡¡Ni siquiera se hacen regalos, en la invitación ya viene una tarjeta con el número de cuenta!!.
¿Qué será lo próximo?.
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P.D.: he visto que tengo varias entradas al blog desde Berlín. No sé si serás quien creo que eres, por si acaso, sólo quiero decirte que puedes ponerte en contacto conmigo (blogdeveronica@gmail.com) y te explicaré cómo van las cosas con JP.
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** Acabo de ver esta "peazo" falta. ¡Habérmelo dicho!. Duele a la vista.